¿Cómo Motivar al Estudiante en Clases?

[vc_row css_animation=”” row_type=”row” use_row_as_full_screen_section=”no” type=”full_width” angled_section=”no” text_align=”left” background_image_as_pattern=”without_pattern”][vc_column][vc_single_image image=”2444″ img_size=”full” alignment=”center” qode_css_animation=”element_from_right” qode_hover_animation=”darken” css=”.vc_custom_1674676535654{padding-top: 50px !important;padding-bottom: 50px !important;}”][vc_column_text]*“El aprendizaje real en la clase depende de la habilidad del profesor para mantener y mejorar la motivación que traían los estudiantes al comienzo del curso” (Ericksen, 1978).

Cuando los niños y jóvenes empiezan sus clases todo surge de maravillas. Pues el alumno está más que emocionado por comenzar un nuevo ciclo de clases, pero el problema va cuando ya han pasado algunos meses y la motivación empieza a bajar. El docente y el estudiante son las piezas claves para que una clase sea fructífera; si el docente tiene un buen manejo del aula haciendo sus clases dinámicas e interesantes, el alumno se motivará e inmediatamente se animará a captar toda la atención en la charla del profesor. No obstante, si el alumno no muestra el verdadero interés en las clases que dicta su profesor, este automáticamente afectará todo el clima académico.

Los alumnos motivados son más receptivos y aprenden más, debido a que la motivación tiene una influencia importantísima en el aprendizaje. Por eso, vemos que la mayoría de los estudiantes responden de una manera positiva a una asignatura bien organizada, enseñada por un profesor entusiasta que tiene un interés destacado en los estudiantes y en lo que aprenden. Si queremos que aprendan, debemos crear condiciones que promuevan la motivación.

A continuación, algunos tips para motivar a sus estudiantes:

  • Apoyarles, diciéndoles de vez en cuando que pueden hacerlo bien.
  • Intentar crear en clase una atmósfera abierta y positiva.
  • Ayudarles a sentirse miembros valorados de una comunidad que aprende.
  • El entusiasmo del profesor.
  • La importancia del material.
  • La organización de la asignatura.
  • El nivel apropiado de dificultad del material.
  • La participación activa de los estudiantes.
  • La variedad en el uso de tecnologías docentes.
  • La conexión entre el profesor y los estudiantes.
  • El uso de ejemplos apropiados, concretos y entendibles.
  • Explicar claramente el material de la asignatura.
  • Dejar claro al alumno que el profesor quiere ayudarle a aprender.
  • Definir claramente los objetivos de la asignatura.
  • Dejar claro cómo cada tema está relacionado con los demás de la asignatura.
  • Realizar un sumario de manera que ayude a la retención de los conocimientos.
  • Usar el sentido del humor.
  • Introducir ideas estimulantes sobre la asignatura.
  • Estar disponible para ayudar a los alumnos individualmente.

 

Un buen profesor hará que sus estudiantes aprendan día a día algo nuevo y a la hora de evaluarlos estos sepan cómo y qué responder. El trabajo de los docentes consiste en enseñar; la educación es lo más importante para una persona, de hecho, si se empieza a educarse desde temprano más adelante se tendrán grandes resultados, los alumnos se convertirán en excelentes profesionales si estos aprendieron cómo debe ser de sus docentes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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